miércoles, 13 de octubre de 2010

UN CUMPLEAÑOS ILUSIONADO, UNA ARRIESGADA AVENTURA Y UN FINAL FELIZ.

Gracias a todos por vuestras felicitaciones. Realmente, el día de mi cumpleaños se presentaba muy afortunado, pues el día anterior, como si fuese un gran regalo, recibí en casa los primeros ejemplares impresos de POLIEDRUM, aunque no he podido verlos hasta hoy ya que he estado durante el puente en Guadix (Granada). Ayer 12 de octubre, decidí levantarme temprano y, como Loli trabajaba, me fui a hacer sólo un poco de senderismo por la Sierra de Cazorla, una ruta de cuatro horas que yo supuse más fácil de lo que luego resultó. Subí montañas de pinos gigantescos, baje laderas repletas de matorrales, descendí al río y recorrí sus espinosas orillas hasta que un profundo desfiladero me impidió continuar. Volví a subir a unas rocas y, ya agotado, supe que estaba perdido entre montañas inexpugnables, de las que sería incapaz de salir solo. Por suerte tenía cobertura en mi móvil y una guía de Pozo Alcón con el número de la Guardia Civil. A pesar de que se encontraban de fiesta en el cuartel de Cazorla, dos guardias muy amables se pusieron en marcha inmediatamente, acompañados por Loli y por un forestal de 79 años que conocía la sierra como la palma de su mano. Y justo cuando el cielo comenzaba a convertirse en una sombra negra y amenazante, con un viento helado del norte y una lluvia fina que pronto se convertiría en un fuerte aguacero, me encontraron en medio del "camino invisible" que el día de mi 54 cumpleaños decidí emprender, sin saber que sería una arriesgada aventura. Mi gratitud y afecto a mis rescatadores serán eternos, pues como dice la canción del héroe en POLIEDRUM, mientras yo más buscaba la salida, más se alejaba de mí, y tuvieron que ser otros quienes me ayudaran a encontrarla. Curiosa coincidencia, ¿no os parece? Os dejo enlace con algunas fotos de la Sierra de Cazorla que hice durante mi inolvidable paseo. Para ver más fotos, sigue el enlace.

1 comentario:

  1. Madre qué aventura, Rafael! De estas experiencias surgen luego miles de historias, así que, ¿quién sabe si el azar no te llevó por ahí para que, dentro de unos años, nos escribieras algo?

    Un abrazo!

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