EL COMIENZO DE UNA AVENTURA NARRATIVA

Diseño y realización de Rafael Ábalos

Cuando el pasado mes de mayo se publicó mi novela Grimpow y la bruja de la estirpe, me planteé emprender con calma un nuevo proyecto literario de largo desarrollo, que ya había imaginado hacía algún tiempo, y que deseaba que fuese un proyecto original e innovador, en el que se unieran los dos grandes núcleos del ocio juvenil: los libros y los videojuegos. Estaba convencido entonces, y aún lo estoy más ahora, de que esa unión no sólo era posible sino que en ella estaba el futuro más inmediato de la literatura escrita para jóvenes, pues en la nueva década que comienza en el inminente año 2010, los libros y las nuevas tecnologías serán tan inseparables como la hoja y la tinta de una página escrita, que probablemente ya no será de papel.


Mi sorpresa, mi gran sorpresa, y casi mi gran desilusión entonces, fue descubrir que no era yo el único que pensaba de ese modo, pues la editorial Viceversa y PlayStantion habían convocado un premio de novela juvenil cuyo objetivo fundamental era, precisamente, unir dos mundos aparentemente tan irreconciliables como los libros y los videojuegos, con una visión de futuro en el ámbito editorial y visual nunca antes formulada.

La idea de participar en ese novedoso concurso literario, cuyo espíritu yo compartía sin saberlo, me habría entusiasmado de no haber sido porque cuando me enteré de la existencia del Premio As de Picas yo estaba viajando con la promoción de Grimpow, y apenas quedaban 50 días para la conclusión del plazo de admisión de originales, establecido para el día 15 de julio pasado. Sin duda, no era demasiado tiempo para escribir una novela, pero no estaba dispuesto a dejar pasar una oportunidad así, sin intentarlo. De manera que me senté ante el ordenador con la misma ilusión de un adolescente deseoso de adentrarse en una historia fascinante, y dejé que la novela fluyera por los cauces siempre imprevisibles de la imaginación, que son, al fin y al cabo, los más aconsejables y sorprendentes en la creación literaria.

Los elementos con los que partía para escribir POLIEDRUM eran los esenciales de cualquier estructura narrativa. Mi idea de partida la tenía muy clara: crear un universo imaginario propio, darle vida a una dimensión desconocida en la que nadie hubiera entrado ni de la que nadie hubiera salido. Eso sería POLIEDRUM, una novela de múltiples planos como la figura geométrica del dodecaedro que lo representa, y en la que estarían presentes géneros literarios tan diversos como la aventura, la intriga, la novela gótica, los juegos de rol, los cómics, la fantasía o los seres fantásticos.

Para conseguir ese efecto, el escenario inicial no podía ser otro que Edimburgo, una hermosa y oscura ciudad medieval repleta de mitos, leyendas y lugares mágicos e insólitos, en la que todo es posible por irreal que pueda parecer a un simple e incrédulo espectador. La niebla, la lluvia, los callejones siniestros, las casas de piedra con tejados de pizarra, las abadías o los castillos, contribuyen a crear una atmósfera de penumbras y sombras fantasmales, que refuerzan el misterio que envuelve la acción a lo largo de la novela.

Pero sobre todo, deseaba que el lector fuese descubriendo POLIEDRUM del mismo modo que yo lo hacía mientras lo escribía y que, sin darse cuenta, comenzara a leer una novela que de un modo imperceptible y mágico lo iba adentrando en la acción de un verdadero videojuego. Para ello necesitaba convertir POLIEDRUM en un lugar creado para jóvenes de nuestro tiempo, representados por los propios protagonistas de la novela: Melissa, Nathan y Timothy, una chica y dos chicos muy diferentes entre sí, pero unidos por su pasión por los cómics y las historias fantásticas, que se encuentran en el origen de muchos videojuegos actuales.

Sin embargo, debo decir que POLIEDRUM no es una novela de héroes, sino de personajes que sueñan con llegar a ser héroes. Jóvenes normales que irán transformando su vida a medida que avance la narración de la historia, en la que no sólo están presentes las ilusiones, la amistad, o el valor, sino también los miedos, la ambición, la rivalidad o la traición, de manera que ha de ser el lector quien se identifique y elija a su héroe, implicándose con él en la trama como un protagonista invisible de la misma.

Me interesaba, en fin, que a través de una estructura de capítulos cortos y una prosa sencilla y fluida, el lector quedara atrapado en la novela del mismo modo que yo mientras la escribía, y, como yo, se sorprendiera ante el continuo suspense de la historia, las escenas y los inesperados giros de la trama desde su comienzo con el asesinato del creador de cómics, Layonel Savage, hasta un final que yo creo que es inesperado, a la vez que abierto a una continuación ilusionante.

Mi deseo, no debo ocultarlo, es seguir descubriendo esa dimensión desconocida llamada POLIEDRUM.

 

MI PRIMER BLOG EN INTERNET

Hoy he decidido crear mi primer blog en Internet. El pasado día 4 de noviembre me fue concedido el Premio de Literatura Juvenil AS DE PICAS, convocado por la editorial Viceversa y PlayStation, y he pensado que POLIEDRUM, que es el título de la novela ganadora, debería ser también un espacio virtual en el que reunir toda la información que pueda resultar de interes para mí, y para quienes lo visiten con el deseo de conocer el desarrollo de mi nueva obra literaria, que saldrá a la venta el próximo día 17 de noviembre. Además, será para mí un preciado cuaderno de bitácora en el que poder compartir dentro de la Red mi propia experiencia como escritor con la de quienes, como yo, se dedican a contar historias en las que los jóvenes son los principales protagonistas.