
La acción de Poliedrum comienza en la misteriosa ciudad de Edimburgo cuando una criatura de rostro diabólico mata al artista Layonel Savage, conocido autor de cómica. A raíz de su muerte, Timothy, Melissa, y Nathan, los amigos del Club de la Trastienda, descubren que son los elegidos para entrar en Poliedrum y descifrar al autor del asesinato de Layonel Savage.
A los tres amigos se unirá Matheus, un cuarto joven intrépido que había sido elegido por el fallecido Layonel Savage y que les ayudará a adentrarse en ese mundo desconocido:
“Poliedrum es mucho más que un mundo virtual: es el verdadero y único universo en el que nosotros podríamos existir. Pero ahora no hay tiempo para explicar lo que sólo puede comprenderse entrando en esa dimensión mágica –dijo Beil, a la vez que accionaba el botón de inicio de la pizarra digital” (pág. 215).
Un mundo en el que nada es imposible, en el que a veces hay que “buscar el derecho y elegir y el revés” pero que a la vez esconde muchos riesgos, trampas y decepciones. Un combinado de acción y aventura trepidante con algunas dosis de novela gótica. Una novela coral en la que sus jóvenes protagonistas lucharán contra la desconfianza mutua y su ambición de poder individual, para lograr combinar su fuerza conjunta y el poder basado en la valentía, el amor y la amistad. Una estructura de capítulos cortos y la agilidad de la trama son para mí la clave para lograr ese ritmo constante y acercarse a la fusión entre tecnología y literatura. Un mundo fantástico que sin duda tendrá continuidad y que atrapará esperando la próxima entrega a los jóvenes lectores en Poliedrum, este nuevo mundo entre la acción y el juego.
Crítica realizada por Carmen Fernandez Etreros, para el blog Pizca de Papel (ver enlace)
http://elblogdepizcadepapel.blogspot.com/2009/12/recomendacion-juvenil-poliedrum-de.html
Menuda crítica, quien no quisiera una así.
ResponderEliminarLo que más me ha gustado:
“buscar el derecho y elegir y el revés”, esta paradoja quizás sea más común de lo que parece, y en cualquier caso, es un bonito juego de palabras.
Gracias, Igor, me ha encantado que hayas reflexionado sobre esa cita, que a mí también me parecía muy interesante y significativa de que a veces es mejor elegir los contrarios. Un saludo afectuoso.
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